martes, 3 de enero de 2012

LA PROFESORA DE QUÍMICA


La vi por primera vez mientras sesteaba en una tumbona. Entró despistada en el jardín y, al verme, se dirigió a mí. Se presentó como la profesora de química de mi hijo. Tenía veintipocos años, ojos azules y coleta rubia; muy aria, lo sé, pero qué le vamos a hacer. La vi luego meterse en casa y desaparecer. Soñé con ella cada siesta. Acabó el verano y mi hijo volvió a suspender en septiembre. A pesar de que yo insistí para que siguieran las clases durante el curso, mi mujer dijo que no. Creo que no hubo química entre ellas.

2 comentarios:

  1. Toda una historia, repetida seguro en mil casas, no por ello peor. En apenas unas líneas has hecho una composición de situación completísima.
    Besos

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  2. No me estraña nada que tu hijo suspendiera, por como la describes me extraña que fuera proferopra de nada. un saludo

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