martes, 29 de septiembre de 2015

LLUVIA

Abrió la puerta del coche y sonó igual que una cámara despresurizándose. Sacó la cabeza como imaginó haría el pez que vive en agua contaminada. El aire frío en la cara mitigó el ahogo. Pulsó el botón que abría su paraguas y salió sin preocuparse del charco al que fue a parar su zapato. Clavó el tacón en el agua sucia y al instante sintió frío el pie, un frío húmedo y terroso al que apenas dio importancia. Pasó entre dos coches aparcados para llegar hasta la acera. La premura por llegar hasta ella no le hizo vez la pequeña bola del remolque que uno de los coches tenía en su parachoques trasero. Fue un golpe seco y certero, hueso contra acero, con la única protección de una finísima media negra en la que apareció una carrera que al instante bajó hasta el empeine. No se miró la pierna. Si lo hubiera hecho habría visto el color morado que inmediatamente cobró su espinilla. No hubo corte, ni sangre, pero sí dolor. Quiso no cojear, pero no pudo...

viernes, 25 de septiembre de 2015

MAGELLY

Imaginar a mis hermanas haciendo el amor era algo contrario al sentido común y mi mente lo rechazaba, así que pronto mis propias perversiones se encaminaron hacia Magelly que, aun entrada en años, conservaba la lozanía y cierta turgencia en sus enormes pechos. Pero estaba claro que yo no tenía el descaro de Flavio, de modo que todo quedaba en el ámbito de la imaginación. Además, el marido de Magelly, contratado hacía unos años como capataz, era motivo más que suficiente para desestimar cualquier intento de intimar. Una vez le vi dejar inconsciente a un ternero dándole un puñetazo en la testuz. El animal cayó hecho un fardo, y aquella imagen no dejó de atormentarme siempre que me imaginaba a su mujer agitándose sobre mí. Y así, la verdad, me costaba una enormidad excitarme...

jueves, 24 de septiembre de 2015

PARA DOS

Desde que Jacques se fue, Marie tiene la estúpida costumbre de salir con dos cascos y esperar. A veces la imagino en su casa preparando mesa para dos cada noche, convencida de que aquel accidente tan sólo fue un mal sueño.

martes, 22 de septiembre de 2015

GENERACIONES

Con quince años tomé una decisión: jamás parecerme a nadie de mi familia. 
Tenía pánico a terminar como mi abuela, una mujer completamente anulada que pasó por la vida como si fuera un mero trámite, supeditada siempre a la voluntad de otros. Si miraba a mi alrededor, sólo veía mujeres mirando por la ventana. Era descorazonador ese afán por no hacer nada. Era como si tener inquietudes fuera de pobres. Tres generaciones de mujeres viviendo en una misma casa me sirvieron para cerciorarme de que el aislamiento provoca un parón en la evolución. El salto generacional de mi abuela a sus nietas no mostraba alteración ninguna, de suerte que hablar con mis hermanas era como hacerlo con mi abuela...

miércoles, 16 de septiembre de 2015

MESA PARA DOS




Miedo al ridículo, inseguridad, autoestima por los suelos…
La lista de sus problemas era inagotable. Comió en un restaurante vegetariano cerca de la consulta del psicólogo. Sola. Era una mesa para dos: ella en un lado y la mujer en que se había convertido en el otro. 

lunes, 14 de septiembre de 2015

BESOS

Una mujer de unos treinta años, esbelta y delgada, con los huesos de las caderas demasiado marcados en el vestido que la ceñía, abrió los brazos al fondo de la sala mientras se encaminaba hacia nosotros mostrando la más espléndida de sus sonrisas. La media melena, sujeta con estudiado desenfado, parecía estar a punto de soltarse, y el sonido de los tacones, firme y rítmico, auguraba un saludo efusivo. Tenía un francés perfecto, algo impostado pero resultón. Dos besos y un intercambio de perfumes se confundieron frente a mí antes de pasar al estudio donde me iban a entrevistar...

jueves, 10 de septiembre de 2015

TIRARSE A LOS LABIOS


Ninguno podría asegurar quién de los dos fue el primero en tirarse a los labios del otro. Tal vez fue un gesto hecho al unísono, con un acercamiento repentino y recíproco propio de una atracción casi magnética, la de los polos opuestos cuyo destino ineludible es el de unirse si se acercan lo suficiente. La naturaleza, sabia unas veces pero obcecadamente estúpida otras, tiene estas cosas...

SU LETRA


La letra de Cecilia era extremadamente alargada, vertical y estrecha. La dedicatoria parecía el resultado de un electrocardiograma durante un ataque al corazón.
…en recuerdo de aquel día que compartimos amiga y poesía…

O un sismógrafo en pleno movimiento sísmico.

viernes, 4 de septiembre de 2015

31 de agosto

Una babosa cruzaba el jardín con lentitud estática muy cerca de nuestros pies descalzos. Iba dejando su rastro de baba sobre el césped camino de la oscuridad que le alejaba del porche. Por un momento aquel bicho centró nuestra atención. Tan sólo el tintineo de los hielos en nuestros vasos y el lejano cencerro de alguna vaca rompía el silencio del orballo. Nos vimos de pronto identificados con ella, con su lúbrica lentitud: indefensa, expuesta y vulnerable. Miramos la hora al unísono: doce de la noche del treinta y uno de agosto. Luego brindamos y nos quitamos el disfraz de vacaciones antes de acostarnos por última vez en aquella nube.