Cuando yo era pequeño, mi padre se empeñó en que aprendiera esgrima. Por más que le pedí que me cambiara a judo, como los demás, él insistió en el noble arte del florete. Pero papá, ¿dónde voy yo con esto?, le decía enseñándole un sable de octava mano; tú calla, hijo, y ponte la protección. Toda la tarde con la cara tapada, viendo borroso a través de aquella malla, con ese peto ortopédico y una cozoleta horrible en la entrepierna. Un espanto, vamos.
Un día, la chica que me gustaba entró en el gimnasio, y no me miró. Bueno, ni me vio, porque se fue directita a dónde estaban los de kárate, atraída por aquellos gritos tan varoniles que se oían al fondo. Y yo allí, con mi espadita, disfrazado de espermatozoide reumático, mirando cómo se iba con el bestia de Raúl J.R., un asqueroso al que odiaba desde párvulos, un chulo redomado que siempre fardaba del color de su cinturón.
Una mañana, en el recreo, tuve una mala experiencia con él. Le pillé husmeando en mi cartera y robándome mi colección de ciclistas. Le pedí que me los devolviera, y para intimidarle me coloqué en la perfecta posición del tirador, o sea, de perfil, piernas flexionadas y abiertas, brazo trasero doblado en alto y el otro en posición de ataque, pero sin sable. Dámelos, le dije, con la vocecita de Joselito. Su respuesta fue un grito a lo Bruce Lee que acabó conmigo volando por encima de tres pupitres.
Se llevó los cromos y a "mi" chica. Hoy están casados, tienen un niño, un cafre que se come las galletas a puñados.
Yo aún busco pareja, alguien sensible a quien le guste la esgrima.
Pues mire, que a mí siempre me resultaron atractivos los espadachines, lo que son las cosas, Sr. Caunedo...
ResponderEliminarEscaramush , Errol Flyn ¡¡ Vamos ánimo que no a todas les justa Bruce Lee. Y me han contado que "su" chica ahora, aunque entrada en kilos, es una inapetente ¡¡
ResponderEliminar...Umpa, yo pierdo mucho en leotardos...
ResponderEliminar...muy bien, Poma, que se fastidie...
Bueno, hoy en día supongo que será algo romántico y minoritario. Lo que se llevan son las voces y los gestos a lo Bruce Lee . Un: tetokoaki.
ResponderEliminarUn saludo Rafael. Buen escrito
... será romántico, pero me voló las gafas... (en el relato)...
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