martes, 11 de junio de 2013

MI CAZADORA

No me gusta la ropa vieja, sino la que ha envejecido conmigo. Hubo una época en que sólo salía de noche, por eso esta cazadora conserva en el cuello el olor de varios perfumes, ninguno mío. Ahora, al ponérmela, me acuerdo de cuando se podía fumar en los bares y nos dejaban reír en las aceras con una caña en la mano, apoyados en los coches aparcados, rodeados de gente divertida.

3 comentarios:

  1. Y lo mejor siempre será que las cosas envejezcan con nosotros y no las veamos morir. Tienen todos aquellos buenos y malos recuerdos que han trenzado nuestras vidas. Lo viejo es siempre un poco de nosotros...

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  2. Pues sí que estás mayor. Te lo digo fumando a la puerta del bar, en la acera, con una caña en la mano, apoyado en los coches aparcados... Pero nadie se ríe, ni parece divertido, ahora sólo hablan de macroeconomía.
    Abrazos

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