Ryan McBulloghs fue durante años el campeón de Escocia de dardos. Era su pasión y su única distracción ya que su vida cotidiana era bastante neutra. De casa al trabajo y del trabajo a casa. Con las mujeres, además, nunca dio en la diana; ninguna se fijaba en él ni en su habilidad con los dardos.
Tras varios años dominando el apasionante mundo de la puntería en todos los pubs escoceses, quiso montar una granja de ovejas con el dinero recaudado con tanto premio. No era mucho, pero suficiente para realizar su sueño en un pueblecito que no suele aparecer en los mapas. Inesperadamente, el negocio prosperó y la lana McBulloghs fue adquiriendo notoriedad en el mundo textil y pronto se la empezó a reclamar en media Europa. Los mejores diseñadores querían que sus prendas estuvieran manufacturadas con lana McBulloghs.
Hoy, el bueno de Ryan se dedica a tirar dardos a una diana que tiene colgada en una palmera de una isla de la que no me quiso decir el nombre. Las mujeres llaman a su puerta, pero él, muy escocés, les dice con orgullo que está muy ocupado.
Claro, a las duras y a las maduras que corre mucho interesado por ahí al que sólo le complace el color del dinero, como decía aquel.
ResponderEliminarMola Mc Bulloghs.
Me gusta Ryan porque se las arregla sólo.
ResponderEliminarUn saludo.
¡Qué escocés más raro!, ¿no será inglés en alguno de sus genes?...jajaja...
ResponderEliminarP.D.: Por cierto, ¿vestía falda escocesa en la playa?...