Cuando mi amigo P. y su mujer S. me dijeron que me iban a presentar a una amiga, me temí lo peor. Ya verás, pensaba la noche anterior, seguro que es una tía pesada que se va a pasar toda la cena hablando de sí misma y de su ex marido. Mi amigo P. dice que las divorciadas son las mejores porque no se andan con rodeos. Lo que no sabe P. es que los rodeos son justo lo que más me gusta.
Me dijeron que era médico; vale, lo ideal para un hipocondríaco como yo. Luego me explicaron que practicaba la espeleología; bien, a un claustrofóbico le viene al pelo. Su hobby principal, continuaron, consistía en participar en travesías por el desierto en todo terreno; joder, qué casualidad, mi espalda lo agradecerá.
Estaba claro que la cosa no iba a funcionar. Les pedí que cancelaran la cena, pero para convencerme, P. me mandó una foto al móvil sin comentario alguno. Sí, lo reconozco, era guapa... y por eso acepté. Soy así.
Busqué algo de cuevas en internet para mantener una conversación digna y con sólo mirar las fotos casi me ahogo. Luego leí algo relacionado con la sanidad, con los hospitales, y a los cinco minutos ya tenía sarpullidos en las axilas. Lo mejor será que me empape del París-Dakar, pensé, aunque reconozco que al segundo párrafo ya estaba soñando con una piscina en un hotel de la Toscana.
En la cena confirmé que no tenía nada que ver con ella. Gracias a Dios no sacó el tema de las cuevas y además no hacía más que reírse cada vez que yo le hacía una pregunta sobre mi salud. Fue genial, me lo pasé muy bien. Uno se sorprende al comprobar que no necesariamente tenemos que ser iguales para llevarnos bien.
Fue divertido, sí, pero no hubo nada más, lo siento pero no apareció la "química horizontal". Eso sí, desde entonces es mi uróloga, y pasado mañana tengo mi primera revisión prostática. La verdad, estoy algo nervioso, no creo que me siente a gusto cuando empiece a trajinar. Tal vez debería hablarle de espeleología.
Lo mejor es ir directamente al grano. Nada de andarse con rodeos, hacer broma sobre el asunto, sobre si el chorrillo no es igual que a los 20 y nada, a seguir jugando.
ResponderEliminarQue haya suerte.
Lo que aparecerá, en la consulta, es la física... y no precisamente cuántica.
ResponderEliminarTodavía no entiendo de la obsesión que suelen tener los amigos por emparejar a aquellos que no lo están.
ResponderEliminar...creo que es en "Sueños de seductor", una peli protagonizada por Woody Allen, que no dirigida, en la que hay una escena prodigiosa cuando un matrimonio amigo le presentan a una posible candidata... échale un ojo... ¡anda, mira!, me apetece volver a verla por quincuagesimoséptima vez...
ResponderEliminarYo la he visto como una docena de veces.
ResponderEliminarMenos de las que mis amigos intentan emparejarme...