Quité
el precinto del cepillo de dientes y me cepillé más despacio y
durante más tiempo del que suelo emplear. Quería retrasar lo máximo
posible el momento en que me quedaba a solas con ella en aquel hotel del que no recuerdo ni el nombre. Apagué la luz del baño y
salí a escena igual que los actores cuando entran en el escenario:
aparentando una seguridad que no tienen. Solo que yo ni siquiera tenía
papel.
Y
siempre he sido muy malo improvisando...
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