Nunca lo
reconoció, pero mi hija estaba deseando que yo encontrara una pareja estable.
Marie parecía una mujer perfecta para mí según su criterio: inteligente,
atractiva, elegante e independiente. Supongo que si añadiera un poco de sentido
del humor sería perfecta. No creo que pedirle
que contara chistes fuera oportuno. Además no sé si en Bélgica se estila eso de
los chistes. A mí, la verdad, tampoco es que me gusten mucho, por lo que era
preferible que Marie se comportara igual a como lo venía haciendo. Seguramente
que así tendría más posibilidades de que me fijase en ella. Un chiste a destiempo siempre me desenamora.
Si es que ya lo dicen, más vale caer en gracia que ser gracioso.
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