martes, 18 de noviembre de 2014

LAS VENAS

Foto: John Goodman

Coincidía con ella todos los días en el gimnasio. Era agotador verla levantar constantemente pesas y mancuernas. Un día me atreví a dirigirle la palabra: le pedí que me abriera el bote de las vitaminas. Sentada en el banco de remos me miró de arriba a abajo, cogió el bote, y lo abrió sin esfuerzo. Las venas de sus brazos me hicieron tragar saliva. No me dijo nada, pero supe que no tenía nada que hacer. Esas cosas se notan. 

2 comentarios:

  1. Remos y bote. Quizá sea un micro marinero, y te ahogaste por no saber nadar y guardar la ropa.
    Abrazos, siempre

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  2. Casi mejor que no tuvieras nada con ella/el no?

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