Dicen que enamorarse a ciertas edades no
es sencillo. A mí, la verdad, no me costó ningún esfuerzo. Sin duda hubiera
sido mucho más duro enamorarme perdidamente de una mujer a los veinte años
cuando el cuerpo te pide justamente ir desprendiendo amor cada noche,
preferiblemente con mujeres distintas.
A ciertas edades, sin duda, es más sencillo enamorarse. Y de muchas mujeres diferentes. Al fin y al cabo, no compromete a nada: ellas no se van a enterar.
ResponderEliminarAbrazos, siempre