Yo, una vez, soñé que soñaba y me tuve que despertar dos veces para levantarme de la cama. La primera desperté en un sueño pensando que era la realidad. Fue desconcertante ver a Cate Blanchett prepararme el desayuno con un albornoz sin cinturón. Me dormí luego en el sueño para volver a despertarme, ahora sí, en mi vida. Olía a tostadas quemadas y el café se había salido.
Sería que Cate Blanchett, que quizá seguía en esa realidad de albornoces sin cinturón, no domina el arte de la cocina.
ResponderEliminarYo sueño todos los dias que no tengo que despertarme... Un saludo
ResponderEliminarSoñar a veces es peligroso. Lleva a equívocos. Un abrazo.
ResponderEliminarA mi me encanta cuando recuerdo los sueños que son agradables. Dan ganas de volver a dormir, por si hay suerte de soñar.
ResponderEliminarUn saludo, Rafael. Un placer el leerte.