En casa somos seis y dos gatos, y a ninguno le gusta el chocolate con naranja excepto a mí. No tengo que preocuparme; siempre que quiero lo tengo en la despensa, a nadie le interesa. Hoy, sin embargo, me he dado cuenta que alguien se ha comido media tableta.
Y todos lo niegan.
Ahora mi mujer ha salido al jardín para hablar por teléfono. Está inquieta y no parece darse cuenta de que está lloviendo.
No sé, no lo tengo claro. Me sigo inclinando por los gatos
ResponderEliminar¡Muy sospechoso....! y para mayor inri tiene tus mismos gustos, yo que tú, sí me preocuparía
ResponderEliminarTan chispeante como siempre, un abrazo.
¡Qué inquietante!
ResponderEliminarMe encanta, al igual que el chocolate negro con naranja, pero yo no he sido. Lo prometo.