jueves, 26 de abril de 2012

UN NEGOCIO EN ESTADOS UNIDOS

Llevo un par de años trabajando en Nueva York. Ayer, mientras estaba parado en un semáforo, dejé de pensar en el artículo que tenía entre manos para observar a un mendigo. Al principio no me di cuenta, pero tras unos segundos de reflexión, reparé en que le conocía. Me acomodé en mi asiento para mirarle mejor. Sin duda era él. Hacía veinte años que había desaparecido de España para montar su negocio en Estados Unidos. La barba, la mugre y los años no impidieron que le reconociera. Bajé entonces la ventanilla y le llamé por su nombre. ¡Paco! Pero no reaccionó. Grité más fuerte. ¡¡Paco!!, y nada. Tal vez tanto tiempo en la calle le haya dejado sordo. Entonces, ante la premura impuesta por el semáforo en verde, grité: "¡¡Papá!!" Levantó entonces la mirada y yo busqué sitio para aparcar.

2 comentarios:

  1. La vida es una tómbola, desde luego que sí.
    Caunedo, a día que pasa, día que te superas.
    ¡Qué fuerte!

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