Hacía frío.
Era un día de invierno en que esparcíamos las cenizas de mi mejor amigo en su
bosque favorito. Allí congregados, su viuda, también mi amiga, me pidió que
dijera unas palabras. Lo hice, y mientras hablaba, alguien hizo una fotografía.
Vi un flash entre el grupo. Al terminar, quise tener un recuerdo de aquel acto.
Pregunté entre familiares y amigos quién me había hecho la foto. Nadie lo supo,
incluso ninguno vio el flash, pero yo sé que lo hubo.
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