El pasado día 21 de febrero, durante el acto de presentación de la nueva editorial Tigres de papel, un desconocido que responde a las iniciales R.C., decidió convertirse en protagonista al hacerse con el micrófono en pleno recital de poesía. Los editores, Cecilia Quílez, Mara Troublant y Paco Moral, dando muestras de una paciencia infinita, permitieron al espontáneo hacer uso de la palabra.
El servicio de seguridad de El Matadero actuó con relativa rapidez. Después del quinto poema, insufrible como se puede apreciar en el gesto de los editores, R.C. fue reducido y amablemente invitado a largarse.
La fotógrafa del evento, Sofía Santaclara, ha decidido no hacer públicas las fotografías del suceso.
Peligroso tipo, ese R.C. Aunque se le puede disculpar, los recitales de poesía perturban mucho. Lo que me sorprende es que alguien se enterara de su interrupción. En esos saraos, nadie atiende al estrado, están todos pendientes de ver y ser vistos por los demás.
ResponderEliminarEn cierta ocasión, un tal A.G. leyó (con cadencia, eso sí) la lista de la compra y el índice del Ibex. sin que nadie lo advirtiera. Es más, consiguió fervorosos aplausos y alguien pontificó que había nacido un innovador lenguaje poético. Posiblemente, tenía razón.
Abrazos, siempre