miércoles, 18 de diciembre de 2013

HURRINTON

Debo reconocer que jamás despunté en esto del arte. Era, y sigo siendo, uno de tantos artistas de tercera fila que disfrutan pintando y a los que jamás ha venido un periodista a hacer una entrevista. Soy artista porque pinto cuadros, no porque los venda por grandes sumas. Mi firma nunca tuvo prestigio, pero como eran cuadros resultones, tenían buena aceptación como decoración en las habitaciones de hoteles y en las salas de espera de dentistas y médicos privados.
Siento decir que nunca fui buena inversión, así que si por casualidad tienes en tu salón un Hurrinton, no te molestes en asegurarlo. 

domingo, 15 de diciembre de 2013

MARIE LOUISE

Eduardo la presentó como Marie Louise Marisot. Me pareció un nombre sonoro, de esos que, de manera intencionada, los padres pretenden ser originales con sus hijos marcándolos para toda la vida. Parecía una mujer seria, de edad indefinida, aunque a los pocos días supe que tenía cuarenta y nueve años y que en breve rompería la fatídica barrera de los cincuenta. No hizo ademán de besarme; en su lugar estiró la mano como quien desenfunda un revólver. Dudé entre corresponder al saludo o levantar las manos y rendirme. Era una mano larga, sin anillos, de uñas cuidadas y pintadas de rojo, piel fina y translúcida, una mano que bien podía dar calambre al tocarla. Al acercarme olí a perfume. Era imposible que el olor perdurara en su cuello con tanta intensidad desde su salida de Bruselas, así que deduje que, en una demostración de coquetería, se había perfumado justo antes de conocer a Eduardo, tal vez en la escalerilla del avión. 

martes, 10 de diciembre de 2013

AQUELLA ÉPOCA

Tenía un conflicto moral por permitir que mi hija pasara muchas horas junto a personas que no paraban de fumar marihuana. Supongo que por aquel entonces era muy pequeña para saber qué era aquello que olía tan mal. No lo entendía, y no sabía distinguir un cigarrillo de tabaco de uno de maría, con lo que liberaba mi conciencia gracias a su ignorancia. Fumé algo en aquella época, pero reconozco que no le encontraba tanto placer como parecía reportar a los demás. Yo, qué le iba a hacer, tenía otro tipo de adicción: el té, pero, siguiendo el consejo de Flavio, siempre lo consumía en privado para no parecer snob.

lunes, 9 de diciembre de 2013

BIKINI

De Nicole sólo quedó el olor a crema solar y la marca del bikini mojado sobre la tela de la hamaca: un triángulo perfecto en el que Flavio no quiso sentarse para no profanarlo. Algunos hombres hacemos ese tipo de cosas estúpidas cuando se cruza en nuestra vida un bikini en condiciones. 

jueves, 5 de diciembre de 2013

BRENDA



En esos días nació además una amistad muy fuerte con Brenda que aún hoy perdura; y eso que ha llegado a ser una escritora reconocida y bien podría ignorarme. A veces me da por imaginar qué hubiera sido de mi vida si por entonces hubiera salido con ella. Nunca llegamos a acostarnos, así que no hubo tampoco motivos para arrepentimientos. Me parecía una chica atractiva, hasta llegué a encontrar sugerentes sus pecas; nada que me hiciera perder los papeles. El sexo, me dijo una vez Flavio mientras tomábamos el sol en las hamacas de casa, es mejor practicarlo con desconocidas a no ser que te apetezca complicarte la vida. 

miércoles, 4 de diciembre de 2013

NICK

Un día Brenda dijo que se casaba. La noticia no sorprendió a nadie porque ya llevaba viviendo con Nick unos años. Nick era americano, de New Jersey, un toque exótico en nuestro grupo que lo hacía sentirse especial entre tanto europeo. Un tipo alto que siempre llevaba las camisas desabrochadas. Si yo hubiera tenido sus abdominales seguramente también habría hecho lo mismo. No era presuntuoso, más bien lo contrario, pero cuando la naturaleza te favorece con un cuerpo como el suyo no merece la pena esconderlo. Sus patillas eran tan largas que llegaban casi a encontrarse bajo la barbilla, únicamente separadas por la nuez. Tenía andares de negro y voz de blanco. Cantaba fatal y bailaba peor... 

lunes, 2 de diciembre de 2013

VERA Y EL YOGA II

Me recomendaron que llevara ropa cómoda. Me vi de pronto con leggins sentada sobre una colchoneta con las piernas cruzadas ‘enfocando mi mente para recomponer mi energía personal’. ¿Mi qué? ¿Yo tengo de eso? Pensé que tal vez sería bueno escuchar la música de fondo, una especie de sonido monocorde que rápidamente provocó en mi tal sueño que apenas podía tener la espalda con la rectitud que me pedía el maestro. Sentí miedo de caerme de pronto para atrás sin sentido y quedar a merced de los demás participantes intentando despertarme, mientras yo seguía allí, tirada en la colchoneta, flipando con mis leggins.
(Proyecto VERA)

domingo, 1 de diciembre de 2013

LA DIRECTORA FINANCIERA

Me gustan las piernas de la directora financiera.  Lo descubrí en la primera reunión que tuve en la planta treinta y dos, justo en esa donde se roza el cielo en el sentido más metafórico. Yo estrenaba cargo, silla de piel, carpeta azul de alto directivo y, por supuesto, pluma personalizada. Y fue justo la pluma la que rodando por la mesa cayó al suelo con el sonido amortiguado gracias a la tupida moqueta. Nunca pensé que por recoger aquella pluma pudiera comprobar que hasta las directoras financieras tienen sus debilidades.