lunes, 6 de octubre de 2014

EL VINO Y LA SINCERIDAD

Tardé exactamente una botella y media en llegar al meollo del asunto. Calcular el tiempo en función del vino consumido es algo que siempre se nos ha dado bien a Flavio y a mí. Por eso, mientras mostraba cierta desafección e indiferencia sirviendo en sus copas, decidí contarles la verdad.
Luego, al terminar, preferí callarme y cambiar de tema. A veces, hasta el mejor de los borgoñas se agria con el exceso de sinceridad.

1 comentario:

  1. Toda la vida bebiendo vino, y yo sin enterarme. Deberían advertir en las etiquetas del riesgo que supone esa verdad en el fondo de la botella.
    Abrazos, siempre

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