domingo, 1 de diciembre de 2013

LA DIRECTORA FINANCIERA

Me gustan las piernas de la directora financiera.  Lo descubrí en la primera reunión que tuve en la planta treinta y dos, justo en esa donde se roza el cielo en el sentido más metafórico. Yo estrenaba cargo, silla de piel, carpeta azul de alto directivo y, por supuesto, pluma personalizada. Y fue justo la pluma la que rodando por la mesa cayó al suelo con el sonido amortiguado gracias a la tupida moqueta. Nunca pensé que por recoger aquella pluma pudiera comprobar que hasta las directoras financieras tienen sus debilidades.

1 comentario:

  1. ¿Debilidades, dices? Los grandes directivos hacen de la debilidad, fortaleza. Poderosas fortalezas, en este caso.
    Abrazos, siempre

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