miércoles, 2 de marzo de 2011

LA LAVADORA

Hoy me ha dado por poner una lavadora. Detergente líquido en su dosificador y al bombo. He visto entonces que quedaba hueco y, ya que estaba, he buscado algo que meter. Fácil, mis All Star blancas nunca me fallan. Programa 4, el intensivo, el de 1 hora y 37 minutos con centrifugado extra a 1200 revoluciones. Le he dado al On y después me he sentado a mirar como daban vueltas mis zapatillas.
Parece una tontería pero engancha. Primero a la izquierda, luego a la derecha, luego un poquito de agua, la espuma y todo eso... Miraba embobado sin pestañear y con la mente atrapada por aquel baile de ropa. Y lo curioso es que no era el único.
Llevaba diez minutos enajenado cuando me he dado cuenta de que mi perra estaba sentada a mi lado, tan atenta como yo al devenir del proceso de aclarado. Por un momento nuestras miradas se han cruzado para decirnos que nos comprendíamos. Después, hemos seguido mirando la lavadora.
Ha sido 1 hora y 37 minutos de vacío total, un sistema de descompresión absoluto y que además está sin patentar. No había dormido bien y tenía el cuello pinzado. Pues nada, oye, que se me ha ido con el centrifugado. Kika y yo ya somos adictos. Estamos deseando que llegue mañana. Hace un rato, mientras yo rebuscaba en el trastero alguna excusa para lavar, ella ha venido con su manta de viaje en la boca y me ha mirado con cara de pena.
Sí, lo reconozco, hemos repetido.

9 comentarios:

  1. Vaya, yo pensaba que la única enganchada al proceso de lavado era mi gata :). Eso sí, ella no se sienta a mirar, participa del ritmo del centrifugado intentando cazar desde la puerta lo que hay dentro.

    ResponderEliminar
  2. Me asalta una duda terrible ¿Las All Star, han salido integras?

    ResponderEliminar
  3. ... esas zapatillas tienen mucha vida... si ellas hablaran..

    ResponderEliminar
  4. Lo de las "all star" (las mías rojas) es como el misterio de la santísima trinidad, no hay quien lo comprenda, le das más guerra que a Sadam Hussein y aguantan como nada.
    En cuanto a la lavadora. Confieso que tengo una banqueta en la cocina que, en ocasiones sirve para llegar al estante en el que reposan los platos y en otras, para sentarme junto a mi gata, mirar como gira el bombo. Cada uno se entretiene con lo que puede!

    ResponderEliminar
  5. Ya veo... a algunos os sobra el tiempo!!!

    ResponderEliminar
  6. ...no creas... con esta terapia ganas años de vida... es mejor que el yoga...

    ResponderEliminar
  7. Yo ahora lo hago en ocasiones, pero cuando vivía en el pueblo me pasaba horas mirando y escuchando el bullir del agua en el riachuelo. Era fantástico. Después de media hora mirando y escuchando, me sentía bien. Sobretodo cuando estaba cabreado por algo, me dejaba acunar por el movimiento y el sonido y desaparecía todo el malestar.

    ResponderEliminar
  8. Hoy por primera vez me he sentado viendo girar la lavadora. Y me quedé en blanco, o ya lo estaba? El caso es q creí que solo me pasaba mi y que estábamos, pero q muy mal....pero como no estarlo? Después de los días q llevo entre médicos, diagnóstico y familia.

    ResponderEliminar